Tos en la gripe









“Un enfermo pega el mal a veinte sanos y mil sanos no pegaron jamás salud a un doliente” (Francisco de Quevedo)









    La gripe se cura en una semana con tratamiento, y sin tratamiento en siete días. Esto es más o menos lo que dice mucha gente sobre la gripe.

    Es verdad que lo mejor es prevenirla. Aunque la vacuna antigripal no protege al cien por cien de los que se vacunan. Incluso se baja cada vez más el porcentaje de protección. Ahora se ha rebajado al 50 o 60 por ciento. Es decir que casi la mitad de los que se vacunan contra la gripe pueden padecerla.

    Por otra parte, además de los efectos secundarios inflamatorios locales que puede producir la inyección, no está bien aclarado si también puede causar “síntomas gripales” más benignos. Y eso es lo que creen muchas personas que se han vacunado. Es frecuente oírlas decir que no se vuelven a vacunar, “porque a los pocos días me encontré muy mal, con catarro y posiblemente con algunas décimas de fiebre; no pienso volver a ponérmela”.

    Pero tampoco es verdad que en una semana se haya ido la gripe. Si puede encontrarse uno mucho mejor, pero aún no bien del todo. Y el síntoma que más suele perdurar es la tos.

    Además de los escalofríos repetidos y la fiebre, que puede ser muy alta y durar varios días, el cansancio, el dolor de cabeza, los dolores osteomusculares generalizados, los síntomas de catarro nasal, incluso con ligeras epixtasis (sangrado nasal), y la tos son los síntomas predominantes.

   Si el aquejado de gripe va al médico al inicio de los síntomas puede salir de la consulta con dos o tres medicinas. Y es probable que vuelva a los pocos días diciéndole al médico que todavía se encuentra peor y salga con otras dos o tres diferentes, y aunque tampoco influyan nada en la evolución de la gripe -salvo los antipiréticos y analgésicos en los síntomas de fiebre y dolor-, ya han pasado los peores días y el enfermo puede achacar la mejoría a los medicamentos que le ha dado el médico en esta segunda visita.

    La tos, que puede empezar uno o dos días más tarde, al principio es seca y luego aparecen las flemas, que pueden ser algo sanguinolentas. Con la tos se nota una molestia traqueo-bronquial en la zona central anterior del tórax, muy desagradable, como si nos rascaran o lijaran. Después de los primeros días, la tos pasa a ser el síntoma más molesto, el que más dura, y la causa de los dolores musculares torácicos y en la parte superior del abdomen o barriga, a veces persistentes e intensos. La tos va cediendo con el paso de los días, aunque puede tardar en desaparecer del todo varias semanas. Si la tos va disminuyendo progresivamente en intensidad y frecuencia, no debe preocuparse el paciente. No sabemos por qué la tos en las personas “nerviosas” persiste durante más tiempo que en las personas “tranquilas”.

    Pero la tos a veces se mantiene igual e incluso aumenta, y puede añadirse taponamiento y voz nasal, reaparecer el dolor de cabeza que ya había cedido, y pérdida de olfato, sudoración, febrícula, y cansancio. Ahora ya hay que pensar que la gripe pudo haberse complicado con una sinusitis aguda, posiblemente bacteriana, y se debe consultar al médico.

    Otras veces, reaparecen los escalofríos y la fiebre, con dolor de costado y esputos herrumbrosos. En este caso también se debe consultar cuanto antes al médico, porque la gripe pudo haberse complicado con neumonía.

    No existe “gripe mal curada”. Hay complicaciones de la gripe, que a menudo es lo que la gente llama "gripe mal curada", y estas sí requieren acudir al médico.

Para más información puede ir a estos enlaces:

http://www.clinicajoaquinlamela.com/gripe_mc.htm
http://www.clinicajoaquinlamela.com/actualidad_29.htm



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