En la escuela
“El agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien” (Francisco de Quevedo) ( Ya sé qué hay que hablar mucho de las cosas, poco de los demás y nada de uno mismo. Pero lo hago como agradecimiento a dos personas muy importantes en mi vida y a sus familiares. Una, Don Juan, el fenomenal médico con la pierna de palo que me curó la peritonitis con penicilina, y la otra, Don Marcelino, el maestro de escuela que convenció a mis padres para que me estudiaran) Creo que tenía cuatro años cuando pisé por primera vez la escuela que había en Curra, una pequeña aldea del ayuntamiento de Carnota (La Coruña), a la que acudían los niños de Curra, Panchés y Quilmas. Mi madre y yo vivíamos en el primero, el único piso sobre la planta baja del edificio de la escuela. Allí debería vivir el maestro. Como él tenía una buena casa cerca de la escuela, probablemente nos la dejaron para vivir allí mientras se acababan las obras de la casa que nos estaban construyendo e