¿Pueden tener alguna influencia los medicamentos en el aumento del cáncer en los países desarrollados) (y II)
"Sólo
nos diferenciamos de los animales en una cosa, que a ellos no les gusta tomar
medicamentos" (Oscar Wilde)
Estos días aparecía esta noticia en los
periódicos: “un prometedor fármaco contra el cáncer provoca graves problemas
cardiovasculares”. El fármaco, que aún está en fase experimental, para el
tratamiento de la leucemia mieloide aguda, provoca en ratones tras su uso
prolongado hipertensión arterial, dilatación de las arterias (aneurisma) y
rotura de vasos sanguíneos como la aorta.
Los medicamentos, además de los efectos
beneficiosos que se quieren obtener al tomarlos, producen efectos secundarios o
adversos. Los efectos adversos pueden ser múltiples y se detallan en los
prospectos que acompañan al fármaco dentro del envase. Esto no quiere decir que
el que los tome los vaya a tener todos sino que puede tener cualquiera de ellos
o ninguno. Pero también nos viene a decir que el buen médico sopesa estos y no
los prescribe si el riesgo de producir serios efectos adversos es mayor que el
beneficio esperado.
Hay medicamentos que se utilizan para
tratar ciertas enfermedades que aumentan el riesgo de cáncer. Hay medicamentos contra el cáncer que pueden
causar cáncer. Es un grupo muy amplio de
medicamentos y se piensa que el mismo efecto positivo de la medicina, es decir
atacar el ADN de la célula cancerosa para destruirlo, podría provocar cambios en
algunas células sanas y producir cáncer. La lista incluye medicamentos de uso
muy común en el tratamiento del cáncer, entre ellos el busulfán, clorambucil,
ciclofosfamida, etopósido, la combinación de etopósido con cisplatino y
bleomicina, también melfalán, semustine, tiotepa, adriamicina o doxorubicina,
carmustine o BCNU, cisplatino, dacarbazina, nitrosourea, mostaza nitrogenada y
procarbazina. Es importante agregar que estos medicamentos son capaces de curar
un cáncer y que raramente, en algunos pacientes susceptibles, los mismos
medicamentos puedan provocar un cáncer en el futuro. Por tanto, el beneficio
del medicamento para el tratamiento del cáncer supera el pequeño riesgo del
efecto secundario.
Algunos antibióticos, como el cloramfenicol y el metronidazole, han
mostrado que pueden causar cáncer en algunos estudios en animales. El hecho
práctico es que ese riesgo es muy pequeño y, si son necesarios, deben ser
usados bajo la indicación médica precisa.
Pero hoy aquí nos referimos a si la toma de
medicamentos puede aumentar el riesgo de padecer cáncer. Para demostrar o
descartar esta hipótesis habría que realizar un estudio muy bien diseñado y
durante muchos años. Sería un estudio similar al realizado y encabezado por
científicos de la Organización
Mundial de la Salud (OMS), que salía hace unos días publicado en “El
País”, en el que concluyen que beber
tres cafés o más al día reduce la mortalidad prematura un 18% en hombres y un
8% en mujeres Es el mayor estudio hecho hasta la fecha. Ha analizado a 520.000
personas a lo largo de 16 años en una decena de países europeos, incluida
España. Los resultados asocian el consumo de tan solo un café diario con una
reducción de la mortalidad prematura del 3% en hombres y del 1% en mujeres.
Disminuye la mortalidad por todas las causas, pero sobre todo por enfermedades
cardiovasculares y del sistema digestivo. El café, como cualquier otra sustancia,
tiene también efectos adversos, aunque menos importantes que este posible
efecto beneficioso.
Como
iniciaba el primero de estos dos artículos, la hipótesis de que la toma de
medicamentos puede aumentar el riesgo de cáncer no puede ser descartada hasta
que se realice un estudio similar al del café. Este estudio fue financiado por
la Unión Europea y se publica, junto a otro realizado en EEUU con resultados
similares, en Annals of Internal Medicine.
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