Tos, bronquitis, y antibióticos
“No
es la mejor manera de tratar a los enfermos que un médico ignorante acumule
remedios sobre remedios” (Erasmo de Rotterdam)
Ayer por la noche me llamó un amigo,
neumólogo, por teléfono. Me oyó toser. Me dijo “siempre estás tosiendo, debes
tener asma, toma un corticoide inhalado o prednisona unos días”. Como no es la
primera vez que me lo dice, le contesté que él no era mi médico y que no iba a
tomar nada, lo mismo que he hecho siempre cuando tengo bronquitis… y estoy sano
(de momento).
Hoy por la mañana, una profesora de niños
pequeños que vi recientemente en la consulta me envió un whatsapp diciéndome
que ahora (me había enviado un mensaje unos días antes en el que decía que
después de dos días de un resfriado, ahora de nuevo tenía tos seca, sin fiebre)
tenía expectoración ―de color marronáceo, que acompañó con una foto del esputo―
y que esto ya no le gustaba nada. Me dijo que si volvía a su médico de cabecera
le daría antibióticos y no quería tomar más antibióticos. Se había consultado
conmigo en la segunda bronquitis y le había dicho que no precisaba medicación y
cuando ya estaba casi sin tos, volvió este nuevo resfriado y bronquitis aguda.
Le dije que estuviese tranquila, que yo también estaba pasando la tercera bronquitis
igual que ella y que también tenía expectoración como la suya después de unos
días de tos seca. Y que estaba tranquilo, que no consultaría a un médico y que
no tomaría nada.
Hoy por la mañana, llamé a un paciente no
fumador con obstrucción bronquial crónica irreversible, posiblemente por bronquiolitis
o asma en la infancia no tratada, y me dijo que había vuelto a tener un catarro
y había ido al médico de cabecera dos días antes. Le había dicho que tenía “los
bronquios muy cargados”, y le prescribió antibióticos y un inhalador. Le
recomendé venir a la consulta. Vino, y tenía de nuevo una bronquitis aguda.
El último paciente, yo mismo. Estoy pasando
la tercera bronquitis de los últimos dos o tres meses. Cuando aún tenía algo de
tos de la segunda, hace siete días comencé a notar molestias en la garganta
(picor y una sensación muy desagradable, que aumentaba al tragar la saliva), al
día siguiente tos que me hizo ir a dormir al sofá cuando ya estaba acostado en
la cama para dejar dormir a mi mujer. Fue mejorando la tos y desde ayer, cuando
mi amigo neumólogo me recomendaba medicamentos, ya estoy mejor, dormí toda la
noche casi sin tos… y, como siempre, no he tomado ninguna medicina.
Hoy por la mañana mi amigo insistía que
tomara algo. Le contesté que estaba mejor y aún estaría mejor en unos días, sin
tomar nada. Si hubiera tomado lo que me recomendaba también estaría mejor, pero
no por las medicinas sino por el paso del tiempo, de los días.
Precisamente, hace un año la CDC (Centro de
Control de Enfermedades, en Atlanta) publicaba que en los meses de otoño e
invierno las personas adultas podían sufrir, además de la gripe, varias
infecciones respiratorias víricas, continuas, comenzando a veces antes de que
hubiesen finalizado los síntomas de la anterior y, lógicamente, los
antibióticos no estaban indicados.
Los antibióticos no están indicados en las
bronquitis agudas, que son víricas en casi el cien por cien de los casos. Las
bronquitis causadas por la bacteria bordetella pertussis (tosferina) pueden
beneficiarse si un antibiótico macrólido se administra al principio de los
síntomas, y las causadas excepcionalmente por bacterias atípicas (micoplasma, etcétera)
se resuelven espontáneamente si no causan neumonía.
Los niños, como mis dos nietas, tienen
infecciones respiratorias, resfriados y bronquitis agudas, una detrás de otra
desde octubre a junio. Mis nietas nunca han tomado antibióticos para estas
infecciones respiratorias lo mismo que mis hijos, y están sanas como también lo
están mis hijos.
Cada año sufro dos o tres bronquitis que me
contagian mis nietas, otros familiares o los enfermos, nunca he tomado un
antibiótico y estoy sano (de momento) Solo están indicados los antibióticos en
las neumonías, y, aunque también un porcentaje de ellas son víricas, siempre se
tratan empíricamente al inicio de los síntomas con antibióticos. Pero los
síntomas son distintos (ver neumonía en Enfermedades, en www.clinicajoaquinlamela.com).
La bronquitis aguda suele comenzar con
molestias en la garganta, luego tos al principio seca y unos días después con
expectoración, incluso amarillenta o verdosa. Las toses con esputos feos
asustan mucho a los enfermos, pero el color de los esputos no depende de si hay
bacterias o virus, sino del número de células inflamatorias (leucocitos). Y la
tos, tan molesta, siempre nos parece que dura una eternidad, y es verdad. Puede
durar más de cuatro semanas, pero lo normal es que disminuya a partir da la
segunda semana. El catarro nasal o resfriado común, que empieza con síntomas
nasales (estornudos, goteo, taponamiento, etcétera) suele “bajar al pecho”, es
decir complicarse con bronquitis aguda.
En cualquier caso, el que debe
diagnosticarle es el médico. Si le dice que padece bronquitis aguda no precisa
tomar antibióticos. Los pacientes le tienen mucho respeto a la bronquitis aguda
porque los médicos no les hemos explicado lo que es, una infección de los bronquios
causada por un virus cuyos síntomas son muy molestos, pero la evolución es
favorable sin necesidad de tratamiento salvo que se complique con una neumonía.
Los antibióticos no previenen esta complicación.
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