Tratamiento de la tos: ¿tratar la tos o la enfermedad que la causa?
"El amor y la tos no pueden ocultarse" (Proverbio italiano)
Para comenzar, creo que es adecuado decir
que no hay ningún tratamiento efectivo para la tos. Incluso en los niños, los
antitusígenos que se recomendaban anteriormente han sido proscritos. Y ojo,
porque últimamente los frecuentes resfriados y bronquitis agudas que padecen
los niños, en un número importante sobre todo en otoño e invierno, que hace a
veces que antes de terminar los síntomas de uno ya estén comenzando los de
otro, están siendo tratados por los pediatras con broncodilatadores y
corticoides inhalados cuando estos medicamentos solo están indicados si el niño
padece asma.
A la pregunta que nos hacíamos al
principio, la respuesta es sin duda que el tratamiento más efectivo de la tos
es tratar la enfermedad que la causa.
Cuando no podemos curar la enfermedad que
la causa empleamos tratamientos con medicamentos que pueden causar disminución
de la tos, pero no actuando o mejorando la enfermedad sino por otros
mecanismos. Con algunos antihistamínicos de primera generación que producen
somnolencia podemos conseguir disminuirla, cuando la molesta tos nocturna es
seca, sin expectoración, y está causada por una infección de vías respiratorias
altas. En otras enfermedades, en las que no podemos obtener efectos
beneficiosos con los tratamientos adecuados, se puede conseguir disminuir la
intensidad de la tos con la codeína o la morfina, pero debemos repetir que
estos medicamentos no lo logran actuando sobre la enfermedad que la causa.
Es el momento de aprovechar para decir que
la tos, tan incómoda que hastía, casi siempre tiene efectos
"beneficiosos":
- Es muchas veces el primer síntoma de serias enfermedades pulmonares y por eso siempre se le debe dar importancia y tratar de conocer cuanto antes la enfermedad que la produce.
- La "tos crónica del fumador" nos está diciendo que los pulmones ya están enfermos y por eso debemos darle importancia lo mismo que cuando es aguda, porque puede estar indicándonos inflamación de los bronquios por una bronquitis aguda pero también puede ser el primer síntoma de enfermedades más serias como un tumor pulmonar o tuberculosis. Si la duración de la tos es mayor de una o dos semanas debe consultarse con el médico.
- Además, la tos es el mejor expectorante; casi podríamos decir, el único. Los pacientes toman miles de expectorantes y mucolíticos, muchas veces por iniciativa propia o después de recomendárselos el médico o farmacéutico, y nunca se ha demostrado científicamente que estos medicamentos favorezcan o mejoren la expectoración. Por eso los neumólogos mejicanos los llaman "medicamentos inocentes", porque no hacen bien pero tampoco hacen mal y entretienen al enfermo.
- La tos es también un buen indicador de la evolución de la enfermedad que la está causando. Si la tos tan molesta va disminuyendo con el paso de los días y ya nos deja dormir casi toda la noche, como sucede en la bronquitis aguda o gripe no complicada, nos está diciendo que no debemos preocuparnos, que todo va bien. Por el contrario, si la tos va en aumento o se acompaña de otros síntomas o signos como expectoración “purulenta” (es conveniente decir aquí que los esputos amarillentos, no blanquecinos, no siempre indican que haya infección, ya que esta coloración suele estar producida por el aumento de células inflamatorias o leucocitos) o manchada con sangre, nos indica que hay que consultar con el médico.
Y aunque es verdad que existen toses
nerviosas o somáticas y toses hábito, crónicas, siempre debemos descartar
causas orgánicas. Hoy en día, con la ayuda de exploraciones radiológicas como
la TAC de tórax, podemos diagnosticar causas pulmonares de tos que no éramos
capaces de sospechar con la sola ayuda de la radiografía de tórax. Esto no
significa que haya que hacer una TAC de tórax en todos los casos de tos de
causa obscura, ya que siempre es el médico quien debe valorar si está indicada
su realización. Incluso puede ser también normal la TAC de tórax y el médico
puede considerar conveniente la realización de una broncofibroscopia, que
permite visualizar el árbol bronquial mediante la introducción de un tubito
iluminado que reproduce las imágenes en una pantalla de TV.
Lo más importante, como en cualquier otro
síntoma o enfermedad, es que el médico realice una buena historia clínica al
paciente, empleando el tiempo que sea necesario. Los antecedentes, sobre todo
si es o no fumador, y la duración y otras características de la tos, síntomas
acompañantes, etcétera, van a ser muy importantes para indicar o no la
realización de otras pruebas diagnósticas. Ya hace muchos años William Osler,
canadiense, considerado el mejor médico del siglo pasado, dijo esto: "Si
escuchas al paciente él te está diciendo el diagnóstico". Y es verdad. Aún
hoy en día, con todos los avances existentes en pruebas
radiológicas y funcionales complementarias, lo más importante para alcanzar un
correcto diagnóstico de la enfermedad que está causando la tos es la
realización de una buena entrevista al enfermo.
No se angustie por la tos, ya que aunque
sea muy molesta, esto no es lo importante. Lo importante es conocer la
enfermedad que la causa. Lo intensa, repetitiva y molesta que sea no guarda relación
directa con la gravedad de la enfermedad que la causa. Muchas veces, las toses
más incómodas están causadas por enfermedades que se curan solas con el paso de
los días y solo requieren tratamientos sintomáticos.
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