Enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Consideraciones sobre el término.
Una opinión sobre la denominación de esta enfermedad
Se denomina así a una enfermedad pulmonar crónica que se caracteriza por obstrucción o dificultad al paso del aire a través de las vías aéreas o bronquios. Hay enfermedades que tienen o pueden tener esta característica funcional y sin embargo no están incluidas en la denominación EPOC, como por ejemplo la silicosis pulmonar, sarcoidosis, tuberculosis pulmonar inactiva, bronquiectasias, asma, etcétera. La EPOC incluye, esencialmente, la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
La causa fundamental, casi la única, de la EPOC, es la inhalación del humo de cigarrillo que en unos pacientes causa más bronquitis crónica que enfisema pulmonar y, en otros, más enfisema pulmonar que bronquitis crónica. Posiblemente, la inhalación pasiva prolongada e intensa de humo de cigarrillo también puede causar EPOC. Otras causas como la inhalación continuada y prolongada de humo de leña (en las antiguas lareiras de Galicia, por ejemplo) podrían ser causa de EPOC. Hace unos años en Orense eran diagnosticadas de EPOC mujeres no fumadoras que cumplían la condición de haber estado durante muchos años habitando casas con lareiras, que servían para cocinar y calentar la vivienda en invierno, podían ser casos de EPOC causada por la inhalación de humo de leña (apreciación clínica personal). Otras exposiciones laborales en ambientes con humos, como los trabajadores orensanos haciendo aguardiente con alambiques, también podrían ser una causa marginal de EPOC.
Cuando se conoce la causa que produce una enfermedad, esta se incluye habitualmente en la denominación, como sucede en la hepatitis alcohólica crónica (la causa, la ingesta de alcohol), en la silicosis pulmonar (la causa, la inhalación de polvo de sílice) o en la tuberculosis pulmonar (la causa, la micobacteria tuberculosa). Y sin embargo en la enfermedad pulmonar obstructiva crónica causada por la inhalación de humo de tabaco no se incluye la causa en la denominación. Neumonitis tabáquica crónica sería un término muy adecuado cuando sabemos que el causante de la enfermedad es el tabaco, o al menos enfermedad pulmonar obstructiva crónica tabáquica. Lo mismo que enfermedad pulmonar obstructiva crónica por tuberculosis pulmonar inactiva sería una denominación adecuada cuando se conoce que la obstrucción al paso del aire por las vías aéreas fue una tuberculosis pulmonar previa. Enfermedad pulmonar obstructiva crónica podría quedar para aquellos casos que es imposible conocer la causa.
¿Cuáles son las razones para que los “expertos” la hayan denominado enfermedad pulmonar obstructiva crónica, y cuáles, ahora, para que los “expertos” no quieran cambiar esté términos como proponemos otros neumólogos, también “expertos”? (Hay una definición interesante de experiencia, de Franklin P. Jones: “La experiencia es algo maravilloso, nos permite reconocer un error cada vez que lo volvemos a cometer”). No lo sé. Desde mi punto de vista, la enorme influencia de los poderes económicos relacionados con el tratamiento de esta enfermedad puede tener algo que ver, incluso bastante que ver. Realmente, es la industria farmacéutica la que “crea o fabrica” a la mayoría de los médicos “expertos” en cualquier enfermedad (en la EPOC, son médicos que cobran de la industria farmacéutica por impartir conferencias sobre fármacos para tratar esta enfermedad, incluso en nómina, que ponen de relieve “importantes acciones” de esos fármacos en esta enfermedad pulmonar crónica irreversible ⸻irreversible, lo mismo que la silicosis pulmonar y la hepatitis alcohólica crónica⸻ aunque el paciente no note efecto beneficioso alguno. La única medida que detiene la progresión acelerada de la pérdida de función pulmonar, o lo que es lo mismo, la progresión de la enfermedad es cesar de fumar cigarrillos.
Recuerdo que lo mismo que los neumólogos les dicen ahora a los pacientes con respecto a los broncodilatadores y corticoides inhalados les decíamos hace muchos años los médicos con otros medicamentos que ahora han dejado de utilizarse, como la teofilina. La mayor parte de los enfermos, cuando venían a la consulta, decían que no habían notado mejoría, incluso muchos notaban molestias en el estómago, y les contestábamos: “tiene que seguir tomando el comprimido cada seis horas porque le dilatan los bronquios y le mejoran la contractilidad del diafragma”, hasta que se demostró que no eran ciertos los resultados de estudios financiados por la industria farmacéutica. Hace poco lo hacíamos con el ipratropio (Atrovent) que casi ya no se utiliza, e incluso están apareciendo trabajos relacionándolo con efectos indeseables sobre el corazón. ¿Y por qué aparecen ahora estos trabajos o estudios sobre sus efectos adversos? Tal vez porque recientemente ha aparecido un nuevo fármaco investigado por la misma compañía farmacéutica, con la misma indicación y posiblemente acciones, pero con un precio mucho más elevado.
Esta enfermedad, EPOC, es una inflamación
pulmonar crónica relacionada con la inhalación de humo de cigarrillo, por eso,
como se dijo antes el nombre adecuado sería neumonitis tabáquica crónica, o, al
menos, enfermedad pulmonar obstructiva crónica tabáquica.
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