¿Tengo resfriado, bronquitis aguda, gripe o covid-19? ¿Me vacuno de la gripe?
“Un enfermo pega el mal a veinte sanos y mil
sanos no pegaron jamás salud a un doliente” (Francisco de Quevedo)
Al comienzo de octubre, con
el cambio de estación y por tanto mañanas más frías, son muy frecuentes los
resfriados, también llamados catarros nasales, y las bronquitis agudas; la
gripe llegará con el frío intenso, allá por enero o febrero (incluso puede
hacerlo a finales de diciembre) y la covid-19 no parece tener preferencia
estacional. Es posible que este otoño e invierno, con el uso de las mascarillas,
disminuyan los resfriados, las bronquitis agudas y las gripes.
Hay síntomas comunes a estas
cuatro enfermedades. Por eso, en ocasiones también los médicos tenemos dificultad
para diagnosticarlas acertadamente.
El resfriado común o catarro
nasal es una infección vírica de la nariz y garganta. Suele comenzar con goteo
nasal, estornudos, taponamiento nasal, dolor de garganta, a veces febrícula, y
malestar general. Luego, se suelen añadir otros síntomas como cansancio y tos.
Está causado por virus; hasta más de cien virus pueden causar el resfriado
común. El virus que más frecuente lo causa es el rinovirus y el segundo más
frecuente el coronavirus, de la familia del actual SARS-Cov-2 que causa la covid-19,
pero menos “malo” que este. Como se trata de una infección vírica puede dar
síntomas generales, aunque leves, como cansancio, febrícula y malestar general.
El cambio de la mucosidad nasal a coloración amarillo-verdosa no significa
infección bacteriana. Puede complicarse con otitis y sinusitis. Los resfriados
son más frecuentes en los niños, pero los adultos sanos pueden padecer dos o
tres resfriados al año. No se ha demostrado que padecer un resfriado proteja de
la covid-19.
La bronquitis aguda es una
inflamación de los bronquios causada principalmente por virus que muchas veces
se inicia con resfriado o comienza con escozor o dolor de garganta, un síntoma
muy molesto, y uno o dos días después se añade tos que al principio es seca,
sin expectoración, y días después aparece la expectoración mucosa que puede
hacerse amarilla o verdosa. Esta coloración del esputo, que incluso los médicos
llaman “purulenta”, solo está relacionada con el número de leucocitos y no con
la existencia de bacterias. En las bronquitis agudas causadas por virus, la
mayoría de ellas, puede haber expectoración amarillo-verdosa. También puede
haber febrícula, cansancio, malestar general y ruidos sibilantes en el tórax. En
una o dos semanas mejoran los síntomas generales, pero la tos puede durar más
de tres semanas. Y suele durar más en las personas “nerviosas”. La tos nocturna
es la primera en desaparecer, luego la diurna y la expectoración. Aunque
raramente, puede complicarse con neumonía.
La gripe, está causada por el
virus influenza, de la familia de los ortomixovirus. Puede comenzar como un
resfriado, pero en uno o dos días se producen escalofríos y fiebre elevada,
dolor de cabeza y de garganta, tos, cansancio, y dolores musculares e incluso
articulares. Pueden producirse síntomas digestivos, como vómitos y diarrea.
También puede haber, por la inflamación bronquial, dificultad respiratoria y
ruidos sibilantes (“gaitas”) como en la bronquitis aguda. La neumonía por
influenza es rara, pero si se produce puede ser tan grave como la causada por
el SARS-CoV-2.
La covid-19 está causada por
el SARS-CoV-2 (síndrome respiratorio agudo severo por coronavirus-2). Es de la
misma familia que el coronavirus causante del resfriado. Los síntomas pueden
ser similares a los de la gripe, aunque la complicación con neumonía es más
frecuente y la dificultad respiratoria (disnea) severa puede iniciarse bruscamente.
Puede haber también síntomas digestivos como en la gripe. Son más raros los
síntomas de goteo y taponamiento nasal que en el resfriado, pero frecuentemente
hay pérdida del gusto y del olfato.
Ahora comienza la vacunación
antigripal, con las mismas recomendaciones de todos los años. El último año,
según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades de Atlanta, la vacuna
antigripal tuvo una eficacia del 30-40%. Es decir, poniéndose la vacuna
antigripal se puede padecer la gripe. La vacuna antigripal no previene el
resfriado, ni la bronquitis aguda, ni la covid-19. Es verdad que mucha gente
dice que después de vacunarse han padecido la gripe y a veces esos “gripazos”, como
la gente los llama, son resfriados o bronquitis agudas. Y no existe la “gripe
mal curada”, como exponemos en este artículo (https://clinicajoaquinlamela.com/2019/03/01/gripe-mal-curada-3/). Ojalá que entre las mascarillas y la vacuna no llegue la gripe como otros años, como ha llegado muy poco este año en el hemisferio sur, porque traerá muchos más problemas de los habituales este próximo invierno al confundirla con la covid-19.
El 15 de octubre, a las seis
de la tarde, puede unirse a la sesión online del Hospital Centro Médico El
Carmen. Intentaremos aclarar todas sus dudas.
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