Beneficios de dejar el tabaco para los que ya están enfermos por haber fumado y seguir fumando
“El tabaco es una sustancia única en el hecho
de que mata a la mitad de las personas que lo consumen. No hay otro producto
que se le acerque ni remotamente” (Judith Mackay)
El título, aunque no me gusta, es más o
menos el que me sugirió una persona con una enfermedad pulmonar causada por
fumar cigarrillos. Me decía que los médicos siempre escribimos sobre los
beneficios de no fumar, pero nunca sobre los beneficios de cesar de fumar para
los que ya están enfermos por haber fumado y aún siguen fumando. Le prometí que
lo haría, y lo hago encantado. Y quedaría más encantado aún si después de leer
este escrito esa persona que me propuso escribir sobre esto dejase de fumar.
Siempre le digo en la consulta a los
enfermos que fuman que hay dos cosas de las que estoy más orgulloso de todo lo
realizado a lo largo de mi vida: haber contribuido al nacimiento de tres hijos
maravillosos -según las estadísticas puedo decirlo con cierta seguridad porque
al parecer solo uno de cada diez no es hijo del padre que figura en el libro de
familia- y haber dejado de fumar hace más de treinta años.
Comencé a fumar muy temprano y me costó
mucho dejar de fumar. En haberlo conseguido, en mi caso, influyó mucho, además
del daño que ya me estaba haciendo -tosía todas o casi todas las mañanas-, mi
especialidad médica. No podía estar recomendando a los pacientes que dejaran de
fumar y que luego me vieran ellos fumando. He recordado muchas veces lo que me
sucedió con un paciente, marido de una doctora amiga, al que le había
recomendado cesar de fumar en la consulta, porque padecía asma. Unos días
después, cuando asistía a una cena de la Academia Medico Quirúrgica de Ourense
en el Restaurante Sanmiguel y tomaba con otros compañeros una cerveza antes de
entrar al comedor, encendí un cigarrillo. Cuando estaba fumándolo entró este
paciente al que le había recomendado dejar de fumar unos días antes. Me vio con
el cigarrillo en la boca. Me sonrojé. Hasta creo que le pedí disculpas. Este
hecho me influyó muchísimo para dejar de fumar.
Mi padre padecía enfermedad pulmonar
obstructiva crónica (EPOC) tabáquica y a pesar de mis recomendaciones continuó
fumando hasta que la enfermedad estaba muy avanzada. Si hubiera dejado de fumar
mucho antes, cuando se le diagnosticó esta enfermedad, no hubiese llegado a
estos estadios avanzados antes de morir. Cuando uno padece esta enfermedad y
deja de fumar, la pérdida de hasta 100 o 120 ml de aire en la función pulmonar
cada año, más de un litro en diez años, disminuye y pasa a ser la misma que la
de una persona que no ha fumado nunca, unos 10-20 ml al año, cien a doscientos
ml en diez años. Al dejar de fumar, el deterioro de la función pulmonar que ya
habrá producido el tabaco en el pulmón será irrecuperable pero se detendrá la
evolución inexorable de la enfermedad que se produciría si continuase fumando.
Y además, al dejar de fumar, aunque mejore poco la dificultad respiratoria,
mejorarán otros síntomas como la tos.
En el paciente asmático -el asma no está
causada por fumar cigarrillos-, el cesar de fumar es importantísimo. Dejando de
fumar se controlará mejor su enfermedad: tendrá menos síntomas y agudizaciones,
y precisará menos dosis de corticoides inhalados. En los asmáticos fumadores, a
pesar de precisar dosis más altas de corticoides inhalados, se controlan peor
los síntomas y tienen más agudizaciones.
Los médicos neumólogos no entendemos
-bueno, si lo entendemos porque es real- que algunos pacientes con enfermedad
pulmonar obstructiva crónica tabáquica avanzada, con dificultad respiratoria
muy severa, incluso con oxigenoterapia domiciliaria, continúen fumando. La nicotina,
la droga maldita que está en el humo del cigarrillo, es la responsable de la
adicción y causa más muertes que cualquier otra droga. Y muchas veces, estos
enfermos con enfermedad pulmonar avanzada que continúan fumando, toman al mismo
tiempo medicamentos recomendados por los médicos que no le benefician ya que no cambian
la evolución de la enfermedad. Lo único que modifica la evolución fatal de esta
enfermedad causada por fumar cigarrillos es cesar de fumar.
La persona que me pidió escribir sobre esto
probablemente padeciera enfermedad pulmonar obstructiva crónica tabáquica y
creo que he aclarado los beneficios de cesar de fumar para ella y otros
enfermos que la padecen: detener o enlentecer la evolución fatal de su
enfermedad. Y además, al cesar de fumar disminuirán los dolores de cabeza,
mejorará el apetito, también lo hará el apetito sexual y la piel se lo
agradecerá.
Pero también se benefician al cesar de
fumar los pacientes que padecen cánceres relacionados con fumar cigarrillos.
Por ejemplo, los enfermos con cáncer de vejiga que continúan fumando pueden
desarrollar después otros cánceres también relacionados con el tabaco: cáncer de
pulmón, de laringe, etcétera.
Y también se benefician los que padecen cardiopatía
isquémica y muchas otras enfermedades.
Siempre es bueno cesar de fumar. Es bueno
para los que todavía están sanos, es bueno para todos los que están enfermos,
sea de lo que sea, y también es bueno para el bolsillo.
Y para dejar de fumar solo se necesita cesar
de fumar. Bueno, mejor dicho, estar dispuesto a pasarlo mal para vencer los
ataques del síndrome de abstinencia que se produce al dejar de inhalar nicotina
con el humo de cigarrillo.
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Que bien hablado!
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