Libertad, seguridad, libertad, seguridad...




“No vive el que no vive seguro” (Francisco de Quevedo)





    A raíz de los hechos recientes acaecidos en el Reino Unido, donde unos terroristas fanáticos asesinaron a varias personas, vuelve a discutirse sobre libertad y seguridad. Y cada vez que pienso en esto recuerdo mis años de estudiante en Santiago de Compostela, desde 1964 a 1973. Era la época de la dictadura de Franco.

    De todos estos años, siempre me llamó la atención de aquel período la seguridad que había en aquella ciudad. Cualquiera podía ir a altas horas de la madrugada, no solo por las calles del centro sino también por cualquiera de las callejuelas periféricas de esta maravillosa ciudad universitaria, incluso con alguna copa de más, con total seguridad. Nunca te sucedía nada. Sólo te podía ocurrir algo si tu comportamiento no era el apropiado y te enfrentabas con las fuerzas de orden público.

    Una noche, de madrugada, un grupo de amigos, después de haber estado de fiesta y habernos tomado unas copas de más, íbamos cantando a viva voz por el centro de la ciudad. Llegaron dos policías y nos ordenaron que nos calláramos porque despertábamos a los vecinos que querían dormir. Uno del grupo, el que más había bebido, no les hizo caso y siguió cantando,  y además les dijo que no estaba de acuerdo con ellos porque no siempre tenían razón. Uno de los policías de dio un guantazo. El flequillo de este apuesto estudiante de filosofía cayó, tapándole la frente y los ojos. A continuación, les dijo que estaba de acuerdo con ellos, que tenían razón el cien por cien de las veces.

    Por supuesto no añoro aquella época de la dictadura, pero añoro la seguridad que había. Claro que algunos estudiantes, sobre todo los que se dedicaban a enfrentarse a la dictadura, criticaban mucho más que otros, entre los que me incluyo, la falta de libertad.

    Creo que son compatibles seguridad y libertad. En algunos países democráticos europeos hay más seguridad que en otros. En Suiza, por ejemplo, probablemente hay más seguridad que en otros países de su alrededor. 

    Por eso pienso que el planteamiento de libertad o seguridad no es correcto. Creo que lo correcto es libertad y seguridad. Porque todo el mundo sabe lo que es seguridad: es que te vayas de tu casa el fin de semana y sepas que nadie va entrar en ella, que vayas de madrugada por la ciudad y sepas que nadie te va agredir para robarte, etcétera, etcétera, etcétera. También todo el mundo sabe lo que es libertad. Todo el mundo conoce que hay gente viviendo en países donde no hay libertad: Corea del Norte, Cuba, Venezuela… y en alguna región española como Cataluña -no sé si también en alguna otra-, donde uno no puede publicitar los productos de su tienda en la lengua que le venga en gana. Pero, ¿es libertad decirle a otro lo mal que pensamos de él, o insultarlo por sus creencias? Me gusta lo que dijo Jardiel Poncela: “la sinceridad es la antesala de la mala educación”.

    Si uno significa mucho su libertad es posible que disminuya su seguridad. Ya dijo Esopo que la insignificancia es siempre garantía de seguridad.

    Y si uno quiere libertad para él también debe quererla para los demás. ¿Es libertad el ridiculizar a los dioses o profetas de las distintas religiones? ¿Ofenden, al hacerlo, la libertad o independencia de otras personas que creen fervientemente en ellos? Sea cuál sea su respuesta, estoy seguro que estará de acuerdo en que no es motivo para agredir violentamente a los que lo hacen. Porque además, los que hacen estas cosas no suelen tener gran predicamento en la población.

    Tal vez nuestra libertad termina en cuanto perturba la libertad o seguridad de los demás. Y nuestra seguridad hoy, aunque también depende en parte de nosotros mismos, debe ser salvaguardada por las fuerzas del orden de nuestros estados.

    Quería concluir este escrito con algún pensamiento que mereciese la pena. Como no lo he conseguido, permítame hacerlo con estos de grandes escritores sobre la libertad:

"La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierran la tierra y el mar: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida" (Miguel de Cervantes)

"La libertad es el derecho a hacer lo que las leyes permiten. Si un ciudadano tuviera derecho a hacer lo que éstas prohíben, ya no sería libertad, pues cualquier otro tendría el mismo derecho" (Montesquieu)

"La libertad supone responsabilidad. Por eso la mayor parte de los hombres la temen tanto" (George Bernard Shaw)

"La libertad no consiste en hacer lo que se quiere, sino en hacer lo que se debe" (Ramón de Campoamor)

"Yo soy libre solamente en la medida en que reconozco la humanidad y respeto la libertad de todos los hombres que me rodean" (Mijail Bakunin)





     

    

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