Para Julia
“Un día mi abuelo me dijo que hay dos tipos de personas: las que trabajan, y las que buscan el mérito. Me dijo que tratara de estar en el primer grupo: hay menos competencia ahí” (Indira Gandhi)
Cuando leas esto que estoy escribiendo ya serás una muñeca mayor de lo
que lo eres ahora. Solo tenías poco más de dos meses cuando tu madre me dijo
que escribía menos que antes en mi blog. Tu padre, a continuación, dijo que
porque no te escribía algo como escribí a mis otros tres nietos, a Valentina, a
Uxía y a Jaime, tu hermano.
Tenía razón. Pero ya sabrás más adelante, cuando seas madre y abuela,
que la emoción o excitación es distinta cuando nace el primer hijo o nieto que
cuando nacen los siguientes. No quiere esto decir que no se les quiera a todos
igual, pero el primer hijo o nieto es la novedad. Uno no sabe lo que es tener hijos
o nietos hasta que tiene el primero. Ya verás como me das la razón cuando
tengas hijos y nietos.
A la primera nieta, a Valentina, le escribí algo que me resultó posiblemente
más fácil de lo que me va a resultar tu escrito que estoy comenzando. Eso no
quiere decir que haya querido más a la primera nieta cuando tenía tu edad de lo
que te quiero a ti. Y, si fuese así, se debería probablemente a que estaba mucho
más con ella que contigo porque La Coruña está mucho más cerca de Orense que
Madrid. Pero no lo es.
Pocos días antes de este momento en el que te escribo, mayo de 2022,
habíamos estado tu abuela y yo contigo en Madrid, en la casa de tus padres, y
estabas majísima. Además de tus padres y nosotros, también estaban tus abuelos
maternos. Y por supuesto estaba Jaime, tu hermano, que cada poco te acariciaba la
cara con su mano, te besaba y te decía que te quería mucho. ¡Qué suerte tener
un hermano tan cariñoso!
Uno de esos días estuvimos toda la tarde allí contigo y dijeron que me
había portado bien, mejor que otras veces, porque siempre a todos los sitios
que voy apuro para irme. Tal vez se debió que te tuve en el colo y te canté canciones
gallegas de Amancio Prada después de sentarte en tu sillita.
Me encantaste. En algún momento te sonreíste, sobre todo cuando tocaba
suavemente las palmas de las manos mientras canturreaba esas canciones. Las
mismas que hace muchos años les cantaba a tu padre y a tus tíos.
Nos decía tu padre que llorabas muy poco. Solo estuvimos dos días
contigo, pero lloraste bastante cuando tenías ganas de que te diera de comer tu
madre o cuando tenías pis en el pañal.
Tu pelo era negro y los ojos azules y grisáceos. Tu padre y tu abuela
Gloria decían que son como los de mi madre, tu bisabuela, y tu madre que eran como
los de alguna o algún familiar suyo. No
sé de qué color serán tus ojos cuando leas esto. Es igual. Lo importante es que
sigas tan sana y guapa como cuando te escribo esto.
Nunca entendí esta manía de querer que os parezcáis a la familia propia.
Lo mismo sucede ahora con tu hermano. A mí se me parece más a tu madre y sin
embargo tu abuela Gloria dice que es cuspidiño a tu padre. Cuspidiño es una
palabra que se decía en mi aldea para expresar muy parecido.
¿A quién te parecías tú a esa edad, con poco más de dos meses? A mi te
me parecías a tu mamá. Tu tía Xiana no se mojaba. Decía que eras igual que tu
hermano. Creo que Xiana pensaba como yo, que Jaime y tú os parecéis más a tu
madre. A la edad tuya, cuando escribo esto, es muy difícil acertar en la
semejanza. Es igual. No tiene importancia a quién te parezcas ahora y cuando
leas esto. Lo normal es que te parezcas a tu madre o a tu padre o a los dos.
Julia, te felicito porque tienes unos padres, bueno un padre y una madre,
maravillosos y lo mismo de maravilloso es tu hermano Jaime. Tu padre es un
padrazo y tu madre una madraza. Muy, muy cariñosos. No sé si cuando estés
leyendo esto tendrás algún hermano más. Y tienes cuatro abuelos, buenos dos
abuelos y dos abuelas, también fenomenales. Ahora está de moda lo del lenguaje
inclusivo, pero no lo hago por eso sino porque es verdad que no tienes cuatro
abuelos sino dos abuelos y dos abuelas.
Eres, ya ahora, muy espabilada como como lo son tu hermano y tus primas.
Cuando escribo esto tu tía Ali está embarazada y en pocos meses dará a luz a un
niño. Tendrás dos primas y un primo. Ya verás como te lo vas a pasar jugando
con él porque os vais a llevar menos de un año de diferencia.
Te deseo lo mejor, Julia. Y recuerda siempre la frase del principio del
abuelo de Indira Gandhi.
Te queremos mucho. Lo mismo que a tu hermano y a tus dos primas.
P.D. Julia, ya sé que voy a recibir
críticas por lo de los parecidos, pero cuando leas esto ya sabremos quién tenía
más razón.
Comentarios
Publicar un comentario