Vacunas contra la Covid-19 (revisado, noviembre de 2021)


 



“Nunca estés absolutamente seguro de nada” (Bertrand Russell)









 

    Una vacuna es una preparación destinada a generar inmunidad adquirida contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos. Normalmente, una vacuna contiene un agente que se asemeja a un microorganismo causante de la enfermedad y a menudo se hace a partir de formas debilitadas o muertas del microbio, sus toxinas o una de sus proteínas de superficie. El agente estimula el sistema inmunológico del cuerpo a reconocer al agente como una amenaza, destruirla y guardar un registro de este, de modo que el sistema inmune puede reconocer y destruir más fácilmente cualquiera de estos microorganismos que encuentre más adelante. Las vacunas se usan con carácter profiláctico, es decir, para prevenir o aminorar los efectos de una futura infección por algún patógeno natural o "salvaje". Las vacunas tienen varias fases, las más conocidas son la Fase Preclínica, Fase I, Fase II, Fase III y Fase IV.

    La administración de una vacuna se llama vacunación. ​La efectividad de las vacunaciones ha sido ampliamente estudiada y confirmada; por ejemplo, la vacuna contra la influenza, ​ la vacuna contra el VPH, ​ y la vacuna contra la varicela. ​ La vacunación es el método más eficaz de prevenir las enfermedades infecciosas; la inmunidad generalizada debido a la vacunación es en gran parte responsable de la erradicación mundial de la viruela y la restricción de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y el tétanos en la mayor parte del mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que las vacunas autorizadas están disponibles actualmente para prevenir o contribuir a la prevención y control de veinticinco infecciones. ​

    Estos dos primeros párrafos los he tomado de Wikipedia porque me parecieron muy clarificadores para entender lo más importante sobre las vacunas, ahora que tanto de habla de las vacunas contra la Covid-19.

    En 2109 la efectividad de la vacuna de la gripe fue del 30-40%. Se achaca a que la vacuna se prepara en lo primeros meses del año contando con los virus influenza que causaron la gripe los últimos años y no se sabe cual es el que predominará cuando aparezca la gripe en el invierno. Por esa capacidad de mutar de este virus con respecto a los de los años anteriores la vacuna será más o menos efectiva.

    Sin embargo, se habla de una efectividad superior al 90% de algunas vacunas contra la covid-19 después de las dos dosis que son necesarias en la mayoría de las existentes, según los estudios financiados por las compañías farmacéuticas.

   Ahora, después de haber vacunado a una gran parte de la población en los países occidentales, no se conoce bien la duración de su inmunidad, pero sí los efectos adversos y algunos, aunque raros, muy severos (decía un profesor de farmacología de Santiago de Compostela que la penicilina causaba un shock anafiláctico y muerte en una de cada 100.000 personas tratadas, pero a la que le tocaba la proporción era del 100%). Un coronavirus primo hermano del SARS-CoV-19 que causa la covid-19 es el segundo germen en frecuencia causante del resfriado común, y los niños y adultos podemos padecer varios resfriados al año. Por eso, conocer la duración de la inmunidad que produce la vacuna de la covid-19 será importante.

    Sabemos que ya se han descrito casos de reinfecciones con las mismas cepas poco después de haber sufrido una primera infección o haberse vacunado, que la vacuna puede no ser efectiva en un 5 por cien o más de los vacunados y que se pueden infectar las personas vacunadas y transmitir la infección a sus contactos. También sabemos ahora que la variante Delta es mucho más contagiosa; se cree que el contacto con una persona infectada durante unos segundos puede ser suficiente para infectarse.       

    Parece que las personas vacunadas si se infectan padecerán una enfermedad menos severa pero ya se conocen casos de personas vacunadas que se han muerto después de haberse reinfectado.

    Lo que si se está viendo últimamente en nuestro país es que la covid-19 está afectando más a personas más jóvenes, posiblemente debido a que la mayor parte de las personas mayores han sido vacunadas, pero ya comienza a observarse un aumento de los casos en personas mayores vacunadas posiblemente por haber desparecido la inmunidad de la vacuna, porque la vacuna no es efectiva para las nuevas cepas que causaron la infección o porque no son tan efectivas como decían los estudios financiados por las compañías farmacéuticas.

    En mi opinión, se ha ido muy aprisa en la eliminación de las medidas preventivas que estaban conteniendo y disminuyendo la propagación del virus. La última, inexplicable, no justificada, fue levantar la prohibición de llevar mascarilla en el exterior, lo que hizo que los jóvenes se aglomeraran sin mascarillas en las ciudades, playas y parques, y esté siendo una causa importante de la sexta ola que estamos empezando a sufrir ahora. Además, ya nadie cumple lo de la distancia de seguridad cuando se habla con otras personas en exteriores ni en interiores.

    Mantener la distancia de seguridad al hablar con otras personas y llevar mascarilla cuando estamos fuera de casa, en mi opinión, son medidas tan o más importantes que la vacunación para conseguir disminuir los contagios de covi-19 y de virus influenza causante de la gripe. 

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