Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) Tabáquica


 



"Cuando no puedes respirar no hay nada que importe más" (American Thoracic Society)





¿Qué es?

    La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una enfermedad crónica de los pulmones que daña los bronquios y el tejido pulmonar, y hace que el enfermo tenga dificultad para respirar.

¿Por qué se produce? ¿Qué factores de riesgo existen?

    Se produce fundamentalmente por inhalar humo del cigarrillo. El humo de cigarrillo causa inflamación de los bronquios y destruye el tejido pulmonar causando enfisema pulmonar.

    Fumar cigarrillos es el factor de riesgo más importante, casi el único. También se puede producir por inhalar de forma continuada y prolongada otras clases de humos como los que se producen en las cocinas de leña, aunque son causas muy poco frecuentes. Incluso podría producirse EPOC en las personas muy expuestas y durante mucho tiempo de forma pasiva al humo de cigarrillo.

    También se le denomina a veces EPOC, a mí modo de ver incorrectamente, a aquella enfermedad pulmonar obstructiva crónica causada por cicatrices pulmonares, como puede suceder después de haber padecido una tuberculosis pulmonar.

    Por eso, creo que cuando el tabaco es la causa de la enfermedad, como sucede en más del 95% de los casos, se le debía denominar enfermedad pulmonar obstructiva crónica tabáquica o neumonitis tabáquica crónica. Así denominamos a enfermedades crónicas de otros órganos cuando se conoce la causa, por ejemplo, hepatitis alcohólica crónica y silicosis pulmonar. ¿Por qué no se añadido tabáquica a la denominación como hemos pedido algunos médicos cuando se conoce que es el tabaco la causa? Nada sucede por casualidad, y en esto tal vez haya tenido que ver la inadecuada relación de los médicos con las compañías farmacéuticas. 

¿Cómo se diagnostica la EPOC? ¿Qué síntomas pueden evidenciarla?

    La EPOC tabáquica se diagnostica realizando una espirometría y objetivando la existencia de obstrucción al paso del aire.

    Los primeros síntomas son la tos, con o sin esputos. Esa “tos matutina del fumador” no es normal. Nos está diciendo que hay inflamación en los bronquios. También, en los fumadores, aunque todavía no podamos diagnosticar EPOC tabáquica con una espirometría se producen más frecuentemente bronquitis agudas, a veces dos o más durante los meses de otoño e invierno. Cuando predomina el enfisema pulmonar, es decir la destrucción del tejido pulmonar en la EPOC tabáquica, entonces puede haber menos tos y expectoración y el primer síntoma puede ser la dificultad respiratoria (disnea) para el esfuerzo, y por eso en estos casos la enfermedad puede estar ya más avanzada, con mayor obstrucción al paso del aire.

¿Cómo debe tratarse la EPOC? ¿Podrá curarse el paciente?

    El mejor tratamiento de la EPOC tabáquica es cesar de fumar cigarrillos para evitar que la enfermedad no continúe su curso inexorable, que ningún medicamento puede impedir. Si la persona con EPOC tabáquica deja de fumar cigarrillos, la pérdida de capacidad o función pulmonar pasa a ser casi como la de una persona no fumadora.

    Los tratamientos utilizados en esta enfermedad solo son sintomáticos, para aliviar la dificultad respiratoria; no cambian el curso inexorable de la enfermedad, ni el agravamiento progresivo de los síntomas, ni tampoco aumentan la supervivencia. La única medida que aumenta la supervivencia es cesar de fumar cigarrillos.

    Estos tratamientos sintomáticos son los broncodilatadores inhalados: beta-2 agonistas y anticolinérgicos. Dependiendo de la severidad de los síntomas y del trastorno obstructivo al flujo aéreo, en ocasiones se utilizan los dos tipos asociados en un solo medicamento.

    Aunque se dice que los enfermos deben utilizarlos de forma regular, por resultados obtenidos de estudios financiados por las compañías farmacéuticas, en nuestra opinión, si no hay mejoría subjetiva ni objetiva habría que utilizarlos solo “a demanda”.   

    En los últimos años también se aprobó la utilización de corticoides inhalados en los pacientes con EPOC tabáquica y trastorno obstructivo severo. En estudios financiados por las compañías farmacéuticas, se “demostró” que podían disminuir el número de agudizaciones en los casos en los que se producían dos o más al año. Esto también se había conseguido con otros fármacos con menos efectos secundarios, como la acetilcisteína, también en estudios financiados por las compañías farmacéuticas. Los corticoides inhalados causan efectos adversos importantes, aumentan en estos enfermos el riesgo de neumonías, y solo se deben recomendar cuando hay, además de la EPOC tabáquica, asma asociada. Si el paciente con EPOC tabáquica tiene un número elevado de eosinófilos en sangre se puede hacer una prueba terapéutica con ellos durante dos meses para ver si ha habido mejoría de los síntomas y/o del trastorno obstructivo en la espirometría. Otro efecto indeseable de los corticoides en estos pacientes es que producen aumento del apetito y por tanto del peso, y el aumento de peso empeora la dificultad respiratoria.

    Cesar de fumar cigarrillos es el tratamiento de la EPOC tabáquica. También, es bueno, conservar el peso adecuado y hacer ejercicio, caminar. El sobrepeso u obesidad hace que la persona con EPOC tabáquica tenga mayor dificultad respiratoria al hacer esfuerzo.

    La EPOC tabáquica no se cura. La silicosis por inhalar polvo de sílice y la hepatitis alcohólica crónica por ingerir alcohol tampoco se curan. En estas dos enfermedades crónicas sí que se ha añadido la causa de la enfermedad, tal vez porque no haya fármacos para aliviar los síntomas.

    La EPOC tabáquica “se cura” previniéndola, no fumando cigarrillos.

www.clinicajoaquinlamela.com

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