Mascarillas, ¡cuánta salud nos habéis dado!

“Un enfermo pega el mal a veinte sanos y mil sanos no pegaron jamás salud a un doliente” (Francisco de Quevedo). Tal vez muchas personas no estén de acuerdo con el título. Aquellas a las que le resultan incómodas, otras que dicen que respiran peor con ellas, y algunas menos que dicen que les producen irritación en la piel de la cara o le molestan en las orejas. Antes de esta epidemia, los médicos en los hospitales nos poníamos las mascarillas cuando atendíamos a pacientes con enfermedades contagiosas, como la tuberculosis pulmonar, y los cirujanos siempre las ponen cuando operan. Todos conocemos que muchos ciudadanos asiáticos utilizaban mascarilla en el exterior desde antes de la covid-19. Se decía que era porque en sus ciudades hay mucha contaminación, pero probablemente las usaban también para evitar el contagio de las infecciones respiratorias. Entonces, ¿cuál es la razón del tí...