A quien imitar
“Lo que alumbra a los genios es el entorno familiar propicio y los estímulos correctos” (Daniel Coyle)
“Se
merece unas buenas vacaciones el hombre que asombra al mundo por haber creado
una organización empresarial que se estudia en las mejores universidades de
cinco continentes y bate récords de cotización bursátil”. Este era el texto que
aparecía debajo de la foto de Amancio Ortega, creador de la empresa Inditex, el
primero de agosto del pasado año en el Correo Gallego. Más arriba de la foto,
“La acción de Inditex bate records” y sobre la misma foto: “El hombre más
poderoso de Europa encara agosto con las mejores noticias sobre su imperio”.
No
conozco su biografía y algunas cosas que comenté hace poco del creador de Zara
se basan únicamente en comentarios oídos a personas de la calle. Pero me parece
un personaje muy interesante al que ojalá los jóvenes de nuestro país trataran
de imitar. Y sin embargo me da la impresión que pocos tratan de hacerlo.
Cuando llego a casa a la hora del almuerzo mi
suegra siempre tiene encendida la
TV mientras calceta, y casi siempre en un programa que no sé
cómo se llama, en el que están chicos y chicas muy jóvenes y llamativos/as
hablando de sus encuentros y relaciones amorosas.
Antes de
cambiar de programa o apagar la TV
siempre me pregunto si estos jóvenes no tendrán nada mejor que hacer, y como
estarán sus padres de "orgullosos" viéndolos como malgastan el tiempo
en banalidades.
Y también
pienso en el ejemplo que le habrán dado sus padres. Porque, aunque creo que el
comportamiento de las personas depende más de la herencia que del ambiente,
durante nuestra juventud o inmadurez es cuando más nos puede influir este
último, y el ambiente familiar será, probablemente, para bien o para mal, el
que más influencia tenga en cada uno de nosotros. Si los padres de estos chicos
están muchas horas del día viendo programas del corazón en la TV mientras comen
patatas fritas y beben cerveza, lo normal será que los hijos hagan luego algo
parecido. ¿A que usted no se imagina a Amancio Ortega haciendo esto cuando sus
hijos eran pequeños? ¿A que no se imagina a su hija acudiendo a estos
programas?
Todas las personas de mi edad hemos visto como los Beatles influyeron en
las melenas de los jóvenes; Elvis Presley en la forma de vestir; Michael Jordan
y otros jugadores de baloncesto americanos en los pendientes y tatuajes, y
Cristiano Ronaldo, otros jugadores de fútbol, y jóvenes cantantes, en la forma
de llevar cortado el pelo o peinarse. Casi siempre los jóvenes estrafalarios
imitan a los triunfadores, también a veces, en lo externo, estrafalarios.
Porque no se llega al nivel de éxito de todos estos cantantes y deportistas
acudiendo a programas de televisión como el citado anteriormente, sino con
muchas horas de trabajo y sacrificio. Casi todo lo absurdo
de nuestra conducta es resultado de imitar a aquellos a los que no podemos
parecernos, señaló muy bien Samuel Johnson.
Se imita
menos a los triunfadores no extravagantes, como los buenos estudiantes, los
buenos jugadores de fútbol y los cantantes con atuendos normales (Julio
Iglesias, Rocío Jurado, Xabi Alonso, Iniesta, Xavi Fernández,…), probablemente
porque los jóvenes que podrían hacerlo tienen las cabezas muy bien amuebladas y
su personalidad establecida, y por eso imitan menos que los otros.
Además,
los grandes triunfadores en sus profesiones o trabajos nunca han imitado ni hecho
el mismo camino que los demás porque les llevaría al mismo sitio donde ya otros
han llegado. Alexander Fleming, Picasso, Dali, los Beatles, Michael Jackson,
Bill Gates, Mark Zuckerberg, Amancio Ortega no copiaron o imitaron a otros
investigadores, pintores, cantantes, informáticos, empresarios…, sino que
tuvieron ideas nuevas, distintas, y las llevaron a cabo con mucha abnegación y
responsabilidad.
Me atrevo
a concluir diciendo que los jóvenes deberían imitar primero a sus padres, si son
honrados y trabajadores, y después a nadie. Y afanarse en lo que les guste o en
lo que puedan, aunque no les guste, para poder llevar una vida digna. Solo
llegarán muy arriba aquellos que tengan mucho talento, ideas nuevas y trabajen
duro. “El genio inicia las grandes obras pero sólo el
trabajo las acaba”, dijo Joseph Joubert. No llegarán a ninguna parte los
que malgasten su tiempo en puerilidades y en imitar a los otros.
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